Es el verdadero desahogo del alma cuando sufre, cuando duda o vacila ante el temor o el peligro.
Es la mejor compañía en esos momentos amargos en los que mas duele el alma por una pena vivida y al frente solo vemos sombras, dolor y adversidad.
Es la fuerte serena que nos da PAZ y tranqilidad, es el buen consejo y la palabra clara y oportuna.
Es una buena amistad los errores y las faltas no producen criticas ni se merecen reproches, por el contrario motivan un gesto de bondad, una mirada indulgente y un abrazo cordial.


